miércoles, 4 de noviembre de 2009

Procastinación


Porqué tendré siempre esa voz en mi cabeza, esa voz en off que me narra cada pequeño acto. Esa voz que me recuerda todos los propósitos que me hago y que no cumplo. Dios mío, esos propósitos… cómo los odio!… “venga, que hoy puedes!. Seguro que eres capaz de no pagar por una vez en el U-bahn… pero acaso piensas de verdad que va a haber un revisor un sábado a las 3 de la madrugada para controlar a tanto borracho!!?. Venga!, hoy lo hago!, lo compro pero no lo pico”… y nada, al final acabo picando, y como es de esperar no pasa ningún revisor. “bueno, pero mañana lo haré. Mañana me cuelo, eso, eso. Mañana también me pongo a régimen y así cuando vaya al pueblo mi madre no me dirá nada sobre si estoy más gorda”… y llega mañana… “va!, pero si todavía queda mucho para que vaya, y ese muesli con chocolate encima de la nevera me está llamando. Venga, sólo hoy, un poquitín sólo. Total, luego me pongo a régimen una semana antes de ir y ya está!,”… y llega el día, y me voy a España y sigo igual, y mi madre que si a ver si adelgazo y pienso: “bueno, para navidades cuando vuelva voy a perder cinco kilos… mañana, mañana… ya mañana todo. Le compraré la cuerda al violín y me pondré a aprender… pero si yo lo que quería era un chelo!, el violín es tan pequeño!, mis manos tan grandes, pero un chelo, ay!.. mañana busco uno en Ebay. Mañana dejo de beber, de fumar de… vaya coñazo, mañana haré lo que me de la gana.

Dele

1 comentario:

Anónimo dijo...

Olé mi Dele que ha vuelto al Bló.